Olavarría: La producción agropecuaria local comienza a mostrar el impacto de las restricciones hídricas
Aunque poco a poco el régimen de lluvias comienza a normalizarse desde fines de septiembre, el impacto de la sequía ha influido en la producción agropecuaria, según corroboran referentes de la Agencia de Extensión de INTA en Olavarría.
Un dato para revelar la crudeza del déficit hídrico es que el suelo alcanzó los mínimos históricos de humedad desde que se cuenta con registros satelitales. Si bien luego de la reactivación de las precipitaciones mejoran las expectativas por los rendimientos, aclaran que la recuperación de la vegetación no será inmediata.
En ese sentido, el ingeniero agrónomo Paulo Recavarren expuso que las lluvias no alcanzan aún para revertir del todo la sequía. “La situación actual no ha cambiado, llovió un poco y están un poco mejor los ánimos”. Sin embargo, por estos días “el contraste en el campo es notable pero la sequía complicó”.
En definitiva, “todo lo que son verdeos de invierno, la producción fue horrible; lo que son pasturas y campos naturales de otoño, invierno y primavera fue malísimo y esperemos que la lluvia acompañe un poco más en el verano para recuperar algo de eso que perdimos”, señaló el profesional.
Al analizar el cuadro, señaló que “particularmente Olavarría tuvo un año complicadísimo porque estuvimos en los mínimos históricos de humedad en el suelo desde que hay registros satelitales, con las anomalías más grandes por déficit hídrico y estuvimos lejísimo del promedio histórico”.
Para dar indicios de cómo se vio afectada la vegetación en la zona, Recavarren explicó que “cuando hay cambios bruscos de un clima al otro, porque este año tuvimos 30º en agosto y hoy (por el viernes) a la mañana heló en Balcarce, hace que las plantas de pastoreo produzcan pocas hojas y cuando se empiezan a acomodar tienden a florecer, a producir semillas y reproducirse”.
Como consecuencia de esas restricciones “este año los pastos se indujeron a la floración mucho antes que otros años. Eso complica porque nunca hubo una producción de pasto para que comieran los animales. Cuando hay lluvias en esta época, todos los pastos de producción invierno-primavera ya están jugados y las lluvias en este momento encuentran a ese pasto terminando su ciclo. Por eso probablemente tenga más efecto en los pastos que son de primavera-verano, que estarían arrancando ahora”.
Por otra parte, los efectos no serán inmediatos sino que “la reactivación en el crecimiento del pasto no es instantánea porque los recursos forrajeros ya vienen complicados de antes. Obviamente que cuando hay lluvias las expectativas son mucho mayores pero nunca se puede recuperar desde el punto de vista de la producción de pasto lo que ya se perdió; no hay manera”, definió el ingeniero agrónomo.
Pese a esa limitación, aclaró que “los rodeos en general se van a recomponer”. Respecto de las crías, pueden existir contrastes, “el que la venía peleando desde antes tiene chances de que sus vacas se preñen dentro de la época de servicio que tenían pensado. Pero el productor que venía con la vaca complicada, si no le sacó el ternero, con un destete precoz o algo, le va a costar recuperarse y probablemente si se preñe, se preñe bien tarde, o va a tener un porcentaje de vacas vacías”.
En vistas de la prolongada falta de lluvias, desde el INTA “hace un par de meses atrás recomendamos, viendo cómo venía la mano y en el momento del año en que estamos, bajarle los requerimientos rápido a la vaca y es sacarle rápido el ternero. Y después en general lo que es engorde se maneja porque en esos sistemas la gente tiene otras herramientas para dar de comer, arma los feed-lot caseros”.
La cosecha fina
De acuerdo con el informe agrometeorológico mensual del INTA Balcarce, respecto de la cosecha fina, “la falta de precipitaciones y las heladas ocurridas durante el desarrollo vegetativo temprano han generado cultivos de trigo que en general no superan el 90 por ciento de cobertura, e incluso menos en la zona de Olavarría”.
Esa condición deficiente “está asociada al bajo porte y el escaso macollaje observado en los lotes. Si bien se ha reactivado el crecimiento con las últimas lluvias de octubre, se espera un menor número y tamaño de espigas por planta, con la consecuente baja en el número de granos por metro cuadrado”.
Así en “particularmente” nuestra región “se observa un deficiente estado nutricional, acentuado en los lotes donde no pudieron aplicarse fertilizantes nitrogenados por la poca humedad en suelo en los estadios de macollaje”.
Por el lado de la cebada en la zona, “de igual manera que el trigo, los lotes se encuentran espigados. La condición general de los cultivos es muy variada en la región: se encuentran cebadas en buena condición (principalmente en la región costera) y cebadas en muy mala condición (generalmente en la subzona IV, partido de Olavarría)”.
De todas maneras, “independientemente de que el uso de estrategias nutricionales puede volver a considerarse si se tiene en cuenta el cambio en el estado hídrico y condición de cultivo con las últimas precipitaciones, la pobre cobertura sumada al bajo porte y escaso macollaje sugieren una posible reducción en el rendimiento, al igual que en trigo. Por lo tanto, deberá evaluarse cada situación en función del ambiente, potencialidad y nuevo rendimiento objetivo”.
La siembra
De acuerdo con ese informe difundido esta semana, en la zona ya se ha comenzado con “la siembra de cultivos de gruesa, avanzando a buen ritmo durante todo el mes gracias a la mejora en el contenido hídrico del suelo, debido a la adecuada recarga de los perfiles por las precipitaciones registradas durante este mes. Esta condición resulta ideal para la implantación de cultivos de girasol y maíz temprano”.
Asimismo, “el maíz comenzó a sembrarse en algunos lotes y en ellos la emergencia se encuentra un poco demorada”. En la región “hay lotes de maíz ya emergido con muy buena condición de humedad en la capa superficial, por lo que hace que la implantación y emergencia fue adecuada, presentando una buena a muy buena condición de cultivo. Existe una importante superficie de la región que será destinada a maíz más tardío, comenzando la siembra a mediados del mes de noviembre”.
Estado de pasturas y rodeos
En un apartado del informe agrometeorológico mensual emitido por el INTA Balcarce este mes se establece que “el crecimiento primaveral de los recursos forrajeros había sido retrasado significativamente debido a la escasa oferta hídrica durante el mes de septiembre”.
Sin embargo, “las precipitaciones registradas durante el mes de octubre mejoraron levemente el estado de los recursos forrajeros, aunque el déficit de forraje sigue siendo importante en la zona de Olavarría”.
No obstante, “la escasa reserva de agua a la salida del invierno ha provocado en determinadas praderas de gramíneas el acortamiento de su periodo vegetativo, anticipando su estadio reproductivo, con disminución de forraje en cantidad y calidad, bajando su receptividad”.
En la región, “el estado corporal de los rodeos es regular (y malo en algunos casos) y en una gran proporción de sitios ya se ha iniciado el servicio de las vacas, que se encuentran con elevados requerimientos nutricionales y no teniendo oferta forrajera suficiente en calidad y cantidad para cubrir esa demanda. Para mejorar el estado corporal de las vacas en algunos establecimientos se está realizando destete hiper precoz y se ha iniciado la siembra de verdeos de verano y cultivos para diferir”.
Fuente: EL POPULAR